Australia lució como un gigante del béisbol y con un despiadado ataque de 22 hits sorprendió el domingo por 17-7 a México en un partido abreviado a ocho entradas en el cierre de la primera jornada del Grupo B del Clásico Mundial.
México, uno de los favoritos de la llave junto con Cuba, se jugará la vida el lunes contra Sudáfrica, que a primera hora cayó 8-1 ante los cubanos.
México, uno de los favoritos de la llave junto con Cuba, se jugará la vida el lunes contra Sudáfrica, que a primera hora cayó 8-1 ante los cubanos.
Los australianos, sin figuras de renombre ni jugadores de Grandes Ligas, humillaron al equipo local ante un Foro Sol lleno a capacidad. El público mexicano que vio el último inning terminó coreando a favor de Australia.
Ben Risinger puso el último clavo en el ataúd mexicano con un jonrón de tres carreras en la octava entrada, que significó la diferencia de 10 carreras para terminar el partido por la regla del nocaut.
Chris Snelling bateó un par de jonrones y produjo tres rayas; Risinger, Lake Hughes y Andrew Graham impulsaron tres carreras cada uno y Trent Oeltjen se fue de 5-4 por el equipo de Oceanía, que enfrentará el martes a Cuba por un boleto a la segunda ronda.
El as mexicano Oliver Pérez no alcanzó ni a calentar bien el brazo cuando ya perdía 3-0 en la primera entrada: Oeltjen le dio la bienvenida con hit y dos lanzamientos después Hughes la sacó del parque. Acto seguido, Snelling conectó de vuelta completa.
Los anfitriones respondieron con cinco en la parte baja y un rayo de luz asomó en el horizonte. Alfredo Amézaga bateó hit, avanzó en lanzamiento salvaje, y anotó con error del intermedista Daniel Berg en batazo de Adrián González.
Las almohadillas se llenaron con doble de Jorge Cantú y boleto a Scott Hairston, y Jorge Vázquez sacudió un grand slam por el jardín izquierdo para poner la pizarra en 5-3.
Australia ripostó con una en la segunda con sencillo impulsador de Snelling, pero México contestó con vuelacerca solitario de Amézaga en la parte baja del segundo y doblete de una carrera de Augie Ojeda en la tercera.
Pérez, zurdo de los Mets de Nueva York, duró apenas dos entradas en las que permitió siete hits, incluyendo dos bambinazos, y cuatro carreras. Abanicó a cinco, regaló un boleto y le pegó un pelotazo a un bateador.
Los bates australianos detonaron a partir de la quinta, cuando hilaron tres sencillos para producir una anotación contra el relevista Francisco Campos. James Beresford impulsó otra con elevado de sacrificio, Rafael Díaz reemplazó a Campos y Hughes remolcó una con sencillo para empatar 7-7.
Díaz ponchó a los dos primeros bateadores de la sexta, pero el manager Vinicio Castilla decidió reemplazarlo con Ricardo Rincón. Brett Roneberg lo recibió con hit, y Castilla sacó a Rincón del montículo y envió a Pablo Ortega. Un pelotazo y dos hits después, México perdía 9-7.
David Cortés sustituyó a Ortega en la lomita y permitió otra carrera. Rincón (0-1) cargó con el revés al permitir un hit y una carrera sin sacar outs.
Australia agregó cuatro carreras en la séptima y dejó el escenario listo para clausurar el partido con el jonrón de Risinger en la octava.
Damian Moss (1-0) se apuntó la victoria en labor de relevo. Tiró una entrada y dos tercios en blanco, cedió un hit, abanicó a uno y otorgó un pasaporte.
Castilla utilizó a ocho pitchers.
Castilla utilizó a ocho pitchers.
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